martes, 11 de septiembre de 2018

“Franco es una cortina de humo”

Entrevista a José Manuel García-Margallo que se publicó el pasado 25 de agosto en La Razón. 

Enlace original: 

https://bit.ly/2OczPEp


Andrés Bartolomé. Madrid

Como diputado de las Cortes Constituyentes de 1977, ¿qué queda de aquel espíritu de consenso y reconciliación? 

–Los que participamos en la Transición sabíamos que la reconciliación entre las dos Españas es la condición y, a su vez, el objetivo final de una nueva Constitución de todos y para todos los españoles. Por eso, unos y otros hicimos concesiones recíprocas para alcanzar la concordia. Probablemente quien mejor definió este espíritu fue Salvador de Madariaga cuando dijo: los que perdimos la tierra para conservar la libertad y los que perdieron la libertad para conservar la tierra, nos hemos reunido hoy aquí (se refiere a Múnich en 1962) para empezar un camino que nos lleve a todos juntos a la tierra y a la libertad”.

La Ley de Memoria Histórica fue aprobada en octubre de 2007 con el apoyo de todos los grupos del Congreso, salvo el PP y Esquerra Republicana, los primeros porque decían que iba a reabrir heridas, los segundos por considerar que era poco ambiciosa. ¿Ha reabierto la ley esas heridas o ha ayudado a cerrarlas?

–La rehabilitación moral y jurídica de los que lucharon por España en el bando republicano era un deber moral que se tardó demasiado tiempo en reconocer, aunque ya desde los tiempos de UCD se dieron pasos importantes para compensarles por las penalidades y sufrimientos que padecieron durante y después de nuestra Guerra. Creo también que la Ley acierta cuando concede la nacionalidad a los descendientes de los exiliados.
Sin embargo, el pecado original de la Ley es que parece redactada sólo para los que lucharon en el bando republicano, y es una evidencia histórica que los españoles que murieron en cualquiera de los dos bandos luchaban por España. No es una Ley que busque la concordia.
La Ley de Memoria Histórica ha reabierto heridas que parecían haberse cerrado en la época de la Transición. Nuestra guerra fue una guerra civil en la que ninguno de los dos bandos reconocía la legitimidad del adversario, por eso parece absurdo eliminar los elementos conmemorativos de unos y no de los otros. No se entiende que se recuerde a las Brigadas Internacionales y no al resto de los que murieron en el campo de batalla.

La Ley de Memoria Histórica impulsada por Zapatero se quedó en eliminación de emblemas, calles, estatuas fascistas, sentencias nulas, nacionalidad para los que se fueron y sus descendientes. ¿Cuál es su balance? ¿Cree que sirvió para algo o fue un mero golpe de efecto?

Estamos reabriendo debates que parecían enterrados y que sólo pueden ser comprendidos en el contexto en que se produjeron.

–El objetivo de Pedro Sánchez es corregir esas supuestas carencias, e incluso ha creado una dirección general de Memoria Histórica (con un coste de 69.407 euros) dependiente del Ministerio de Justicia. ¿Es necesario?
Me parece un detalle absolutamente menor y un gesto más de cara a la galería.

¿Debe el Gobierno a asumir su responsabilidad en la localización y apertura de las fosas en lugar de delegar esa tarea en los familiares de las víctimas?

–Me parece bien que los poderes públicos ayuden a la localización de las víctimas de ambos bandos de la contienda que no se hubiesen identificado, porque todos tenemos derecho a conservar la memoria de nuestros antepasados.

El actual presidente quiere pasar a la Historia por haber sacado a Franco del Valle de los Caídos. ¿Es tan urgente? ¿Todo vale con tal de lograr ese propósito? 

–No, desde mi punto de vista no lo es. Llevamos cuarenta años desde la Constitución durante los que los españoles hemos disfrutado de más libertad y prosperidad sin que nadie haya sentido la necesidad de ocuparse de este asunto. Franco es una cortina de humo más para encubrir el tancredismo del Gobierno.

¿Qué habría que hacer con el Valle de los Caídos?

–No es la primera vez que sostengo que el Valle de los Caídos debe ser un reconocimiento a la reconciliación y un homenaje a los españoles que lucharon por España. Por eso creo que debe recoger los restos de los combatientes, y sólo de los combatientes que dieron su vida para defender su idea de España. Los que luchan por una y otra España deben reposar juntos y en paz sabiendo que por fin hay una España que nos acoge a todos, cualesquiera que sean nuestras ideas.





martes, 4 de septiembre de 2018

Girasoles en el Cerro Negro

Cinco meses después de la trágica desaparición y muerte de Gabriel, sus cenizas reposan ya en el mar. Los padres del pequeño rehacen su vida en el entorno de Las Negras, protagonista durante la búsqueda



Andrés Bartolomé. La Razón. 26 de agosto de 2018

La familia de Gabriel Cruz, asesinado en Níjar (Almería) el pasado mes de marzo, esparció el 17 de agosto las cenizas de su «pescaíto» en el mar. Para sus padres, el niño salió en ese momento «de la oscuridad para surcar los mares y sus profundidades».
Nosotros viajamos hace sólo unas semanas a Las Negras sabiendo que ese retorno cobraba un nuevo significado al toparse con el lugar que, cinco meses atrás, se había convertido en foco de atención de todo el país. La desaparición y trágica muerte de Gabriel puso en el mapa a Las Hortichuelas, la pedanía donde pasaba temporadas con su abuela paterna, pero también a la población costera que se convirtió en puesto de mando para la búsqueda, con cientos de voluntarios y efectivos de emergencias peinando fincas, pozos y montañas aledañas. Las Negras, a tres kilómetros del punto donde se perdió la pista del niño, vive hoy en el deseo del olvido y la rabia por lo vivido.
La primera noche vemos a Patricia Ramírez, la madre de Gabriel, sentada a la hora de la cena en una terraza frente al mar junto a una pareja a la que se dirige con expresividad.
Unos días después desayuna frente a nosotros Ángel Cruz, el padre del pequeño, acompañado por dos compañeros de trabajo. Estamos en Rodalquilar, el antiguo pueblo minero donde cuenta con el apoyo de su familia y a pocos minutos en coche donde tuvo lugar el fatal desenlace. Le encontramos ausente, callado, pero sabremos días después que aunque su ánimo no es el mejor está dispuesto a sacar fuerzas para salir adelante. Ha vuelto a su trabajo de químico como primer paso.
Como en un escenario, por Las Negras desfilan en días sucesivos otros protagonistas de semanas atrás, asiduos del lugar como el periodista de «El Periódico» Manel Vilaseró, vecino de la abuela de Gabriel en Las Hortichuelas, que se desplazó desde Madrid para cubrir el suceso. Al filo de las dos de la tarde le perdemos el rastro cerca del Cerro Negro, un bar en cuya terraza colgó fotos en Facebook Ana Julia Quezada, con una sangre fría que puede figurar en los anales de la psicopatía.
Su recuerdo nos lleva al centro comercial en el que regentó un bar y desde donde un día encaminó sus pasos hacia el único supermercado local, el “Komo komo” de Paco, “El Cacho”. Ana Julia fue a pedirle un favor en el mismo lugar –su rincón habitual junto a la frutería–, donde nos cuenta la anécdota que vivió con la dominicana. «Aquí no hay bancos –los más cercanos están en San José o Campohermoso– y muchos dueños de negocios vienen para que les dé cambio. Ella me dio 400 euros en billetes y yo le pasé mi dinero. Cuando se alejaba hacia la salida me di cuenta por el tacto de que los billetes eran falsos. La llamé: “Llévate esto y devuélveme lo mío”. No dijo palabra. Así lo hizo y se marchó».
Cuando hablamos con Paco tiene como inquilina de una de sus casas a Patricia Ramírez. «Desde que pasó todo no se ha movido de aquí», nos cuentan en Las Negras. «No quiere volver a Almería», y más con el niño esos días enterrado en Fernan Pérez, muy cerca, carretera arriba. Volvemos a verla otra noche en el mismo sitio que la primera vez. Cruzamos una mirada pero no tenemos intención alguna de interrumpir lo que sea que esté pensando, acompañada de nuevo por otra pareja. Arropada por quienes no la quieren sola.


Es inevitable doblar una esquina y no echar la vista atrás. A la entrada del pueblo reparamos en las cristaleras de un bar con dibujos infantiles de peces en memoria de Gabriel. Unos metros más adelante, detrás del molino y el palmeral que dan la bienvenida a Las Negras, está la biblioteca local, que fue epicentro del operativo de búsqueda. Allí grabaron el día que dijo haber encontrado la camiseta del niño en el barranco de Las Agüillas a una Ana Julia Quezada sollozante, marcada en rojo ya por las sospechas y a la que la Guardia Civil finalmente daría caza aquella mañana de infausto recuerdo.
Entramos en la desierta biblioteca, humilde pero suficiente para los días de viento que agitan el mar e impiden el baño. «Hoy no hay nadie porque hace muy bueno», dice su responsable. Hace semanas era en cambio un hervidero de voluntarios, agentes, sanitarios, bomberos y medios de comunicación expectantes.
La casualidad nos trae nuevas noticias de Ángel Cruz, al que una persona que ha estado con él esa misma tarde nos describe más animado y con planes para un sábado cualquiera.
Pasamos junto al hotel que servía a la pareja para sus ruedas de prensa. Desde la terraza llegan ecos de Rozalén y su «Girasoles», el tema favorito de Patricia y Gabriel. Todo un símbolo para evocar una vez más lo que Las Negras significó en la crónica de sucesos más reciente.
Es difícil borrar la tinta y las imágenes de aquellas semanas de marzo, pero allí los vecinos sólo quieren que lo único que quede en la memoria del visitante sea, por ejemplo, el imponente Cerro Negro de lava volcánica que preside el horizonte. Y que mire al mar, el «lugar mágico» de Gabriel, y olvide.

miércoles, 4 de julio de 2018

«Ávila es tierra de santos y de cantos»

Álvaro Mateos-Periodista y escritor

Presenta un libro sobre los misterios de Ávila y sus grandes protagonistas: Santa Teresa, Isabel la Católica y Adolfo Suárez


Andrés Bartolomé. La Razón
Tras muchos  años en la radio y su experiencia en prensa, Álvaro Mateos (Las Navas del Marqués, 1977), doctor en Ciencias de la Comunicación, cofrade, «runner» y embajador de su tierra –el Ayuntamiento de Ávila le concedió tal distinción con motivo de los 25 años de su nombramiento como Ciudad Patrimonio de la Humanidad–, se mudó a Toledo para trabajar en el gabinete de Comunicación de Dolores de Cospedal, a la que acompañó durante seis años. Tras un paréntesis como «community manager», Mateos retornó a la cosa pública, esta vez en la Secretaría de Estado de Educación. Acaba de publicar su primer libro, «Enigmas y misterios de Ávila» (Editorial Almuzara), donde relata historias reales y ficticias que forman parte de «las señas de identidad abulense», pero con protagonistas de renombre universal.
–Santa Teresa, San Juan de la Cruz, Isabel la Católica, Adolfo Suárez... Eso es una carta de presentación en toda regla.
–La verdad es que sí... será por personajes históricos y emblemáticos para este país. Ávila, que lleva el título entre otros del Rey, ha sabido ser tierra que ha inspirado el buen gobierno. La reina Isabel nació en Madrigal, pero su infancia transcurrió en Arévalo, donde vivía su madre aquejada de la misma enfermedad mental que sufriría su hija Juana. No se entendería la profundidad del reinado de Isabel sin atender a lo que supuso Ávila en el siglo XV. También hay que comprender la contrarreforma de la Santa y San Juan desde el cumplimiento de la observancia del carmelo descalzo, con la influencia en la sociedad del siglo XVI, algo inaudito para una mujer en Castilla, pasando por la Mística callada de Fontiveros y San Juan de la Cruz. De hecho, esta influencia religiosa, gracias a los consejos de Baldomero Jiménez Duque, casi se lleva al seminario a Adolfo Suárez. El presidente de la concordia logró algo emblemático y ejemplar como fue la Transición, cuyos pilares jamás deberíamos desmontar.  
–La casa de Suárez en Ávila es hoy un moderno hotel, muy cerca de la Catedral donde reposan sus restos. ¿Es la del presidente una de las grandes hazañas patrias?
– Es el mayor ejemplo de diálogo y apertura de miras que ha dado esta tierra, con otros muchos que le acompañaron y guiaron, como Agustín Rodríguez Sahagún o el citado Baldomero Jiménez Duque. Son muchas las figuras de la transición ligadas a Ávila. De hecho, el parador de Gredos sirvió de lugar de encuentro para los ponentes de nuestra Constitución, cercana a cumplir 40 años. Qué tendrán Gredos y Ávila que era lo que más añoraba Unamuno desde París. Ya que hablamos de Suárez y toda aquella época tan emblemática, una recomendación: la visita al Museo de Adolfo Suárez y la Transición, en Cebreros. 
–Esta entrevista debería trascender el ámbito de lo local. ¿Cuál es el enigma de Ávila más exportable? 
–La mayor parte de los que contiene el libro son tradiciones y leyendas a las que busco un lugar en la historia. Si he de quedarme con una figura enigmática, debo mencionar al obispo hereje, Prisciliano, que ocupó la sede de Ávila y sus restos algunos han querido identificar con los del apóstol Santiago. Podría elegir muchos enigmas, misterios e intrigas, avanzando en el tiempo, la leyenda de la lealtad de los caballeros al Rey Niño, el final de los judíos en la península, con la leyenda del Niño de La Guardia y Torquemada viviendo en la ciudad, o los levantamientos comuneros, con Ávila como centro de actuación, en la sacristía de la Catedral. 
–En 1979 los suspiros en un convento llevaron a los amantes de lo oculto a Las Navas del Marqués, su pueblo. 
–Un convento del siglo XVI de origen dominico, fundado por el marqués de Las Navas y con la leyenda de la existencia de un pasadizo oculto que comunicaba con su castillo-palacio... Despertó la curiosidad de toda España por escucharse unos lamentos, unas voces que parecían del más allá. Fueron muchos los que peregrinaron a Las Navas para interesarse por aquello. Pero, finalmente, se trataba de una lechuza que había elegido el viejo templo como morada. 
–Javier Sierra ya lo hizo por una aparición «mariana». ¿Es Ávila devota hasta en el formato de sus misterios? 
–Es tierra de Santos y de cantos; es mística desde su origen ligado a la cultura de los vetones. Un misticismo que no sólo es cristiano, ya que Mosé de León escribe en la ciudad el Libro del Esplendor, uno de los textos sagrados del Judaísmo. En los años de la reconquista se dan muchas devociones de la Virgen ligadas al hallazgo de sus imágenes, como ocurre con las patronas de Ávila y Arévalo, la Soterraña y Las Angustias, advocación que la reina Isabel traslada a Granada. Sonsoles, El Cubillo, Valsordo, Chilla... son también santuarios marianos siempre ligados a lugares con manantiales, situados en parajes naturales, todos envueltos de tradiciones y orígenes que he querido dar a conocer en este libro.
–Como periodista, ¿se ve la política distinta al otro lado?
–Sin duda. Los que nos dedicamos a la comunicación somos una pieza clave en ambos lados, porque políticos y periodistas se necesitan mutuamente. El periodista que trabaja en un gabinete ha de motivar la actividad noticiosa del político y, cuando conoces las herramientas, los horarios, y las exigencias con las que se trabaja en el oficio, resulta más fácil poder ofrecerlo desde el ámbito de la comunicación política. Sin embargo, aunque apasionante por lo que supone el mundo de los partidos, de las comunidades autónomas o los ministerios, como ha sido mi caso, es comunicación institucional y, al fin y al cabo, «venta» a los ciudadanos y contribuyentes de lo que se hace con el presupuesto que es de todos. 
–¿Y qué enseña esa orilla si uno vuelve a la Redacción?
–La vuelta a la realidad de una Redacción después de haber pasado por el mundo de los gabinetes me parece algo necesario, porque nos devuelve al origen. Creo que todos los periodistas deberíamos haber probado los dos lados. Al regresar se caen muchos mitos, mucho espectáculo y mucha trama con los que demasiadas veces soñamos los periodistas; especialmente en un mundo como el de ahora, con tanto rumor convertido en noticia a partir de las redes sociales. 
–Es un ejemplo complicado, pero ¿aspira a seguir los pasos de El Tostado?
–Es una utopía. Dicen que fue la persona que más escribió en su época, con obras y pensamientos tan sumamente ricos que le permitieron debatir de tú a tú con el Papa. Pero sí podría resultar un ejemplo para los periodistas si, en vez de escribir cantidades al peso, hinchando el perro como decía Emilio Romero, nos planteásemos volver a la ética de argumentar, contrastar fuentes y ser veraces.  
–Pablo Casado, que prologa el libro, y García Hernández, son la cuota abulense para las primarias del PP. ¿Cómo ve sus opciones? 
–Antes de nada, quiero recalcar que he trabajado con políticos, pero soy periodista y no tengo ningún carnet ni afiliación. Pero son dos buenos amigos con quienes he tenido la oportunidad de trabajar intensamente y, en cierto modo «culpables» de mi reencuentro laboral con Ávila. Pablo es fuerza, pasión, juventud, pero también es un elemento clave para la cohesión y unidad del partido, porque ha trabajado directamente con los máximos responsables de dos épocas muy recientes. Sabe dialogar, acercarse a todos y escuchar, condiciones necesarias para ser buen político. Siempre supe que en Pablo Casado había madera de líder y lo está demostrando con creces. El caso de Joserra es distinto. Su liderazgo está más orientado a los principios, a los fundamentos de la política. Es un modelo más «british» de la manera de entender al político, sin perder el contacto con el ciudadano. Pablo es amigo y ha sido vecino de Las Navas del Marqués; Joserra se ha formado en mi colegio, ha participado en proyectos y ONG con los que me siento muy identificado. Es un lujo tenerlos en Ávila y para Ávila. 
–Conoce bien a otra candidata, Cospedal. ¿Una presidenta en Génova? 
–También he tenido la suerte de trabajar con María Dolores. Es una política segura e incansable, con una labor no siempre reconocida, especialmente cuando le ha tocado actuar en momentos críticos, tanto en su partido como al frente de un Gobierno, como hizo en Castilla-La Mancha. Además, con María Dolores he estado muchas veces en Ávila, organizando y cubriendo actos, porque también elige el Valle Amblés para descansar. Podría ser presidenta, sí. Yo la he conocido esa faceta autonómica, además de su condición de secretaria general, y podría hacerlo. 
–No faltan ingredientes de amor en su libro, ni intrigas palaciegas, ¿de qué hay más en esta carrera sucesoria? 
–En esta ocasión, creo que los candidatos por los que me ha preguntado son conscientes de la necesidad de los partidos de reencontrarse con la sociedad. Hace falta más participación en política y se debe dar desde la vida interna de las organizaciones. Los procedimientos de elección de los candidatos carecen aún de la transparencia y la participación de las bases, algo que deben ir subsanando si de verdad quieren que la política sea democrática en el amplio sentido de la palabra desde su origen. Todas las intrigas palaciegas que no hagan posible tomar la palabra a los que forman parte de una organización serán negativas para su carácter democrático y abierto a la sociedad española. 

EL LECTOR
«Para mí se ha convertido en un vicio confesable leer la prensa de madrugada, en soporte de PDF electrónico. Lo he tenido que hacer por mi propio trabajo, hasta tal punto que ha generado cierta rutina y me pasa como quien se acostaba con el transistor escuchando a José María García; en mi caso el iPad. Aun así, considero uno de los mayores placeres poder leer varios periódicos con un copioso desayuno, sin prisa, en una cafetería y madrugando por antojo».



lunes, 11 de septiembre de 2017

3,3 millones: Puigdemont y sus consejeros se juegan su patrimonio

Los dirigentes secesionistas tendrán que asumir graves sanciones económicas si siguen adelante con su plan separatista


Andrés Bartolomé. La Razón. 6 de septiembre de 2017

Los miembros del Gobierno catalán pueden ser castigados con considerables multas por desobediencia y malversación si llegan a celebrar el referéndum del próximo 1 de octubre. La gran novedad esta vez es que el Ejecutivo central atacará directamente el bolsillo de los organizadores de la nueva cita ilegal, lo que supondría un duro varapalo al patrimonio del presidente, Carles Puigdemont, su segundo, Oriol Junqueras, y los 12 consejeros que conforman el Govern: en total, más de tres millones de euros para resarcir al Estado con el que están empecinados en «desconectar».
La decisión del Tribunal de Cuentas de iniciar los trámites para que Artur Mas, la vicepresidenta Joana Ortega y los ex consejeros Francesc Homs e Irene Rigau tengan que hacer frente al coste de la anterior consulta ilegal, celebrada el 9 de noviembre de 2014, ha hecho cundir el pánico entre los dirigentes políticos empeñados en la ruptura de Cataluña con España.
El Tribunal de Cuentas ha cifrado en más de 5 millones de euros la convocatoria fuera de la ley del 9-N. Por aquel corte de mangas al Estado, Mas fue condenado a dos años de inhabilitación, además de a una multa de 36.500 euros, mientras que Homs fue sentenciado a un año y un mes de inhabilitación, junto con una sanción de 30.000 euros. Las multas de Ortega y Rigau ascendieron a 30.000 y 24 euros, respectivamente. La Policía investiga los movimientos bancarios de los cabecillas del 9-N para tratar de recuperar el dinero defraudado, pese a todas las advertencias de que aquello que hacían estaba fuera de toda ley.
En la misma dirección, la intención del Gobierno de Mariano Rajoy es que los miembros del actual Govern tengan que asumir de su propia cartera las sanciones económicas que podría acarrear el desafío secesionista del próximo 1 de octubre. Unos y otros podrían verse obligados a devolver hasta el último céntimo del dinero público utilizado de forma irregular, 5,1 millones de euros el 9-N (contabilizando ordenadores portátiles, labores de apoyo informático y publicidad) y una cifra por delimitar aún para el pretendido referéndum de independencia que pretenden celebrar el próximo 1-O.
Por la vía penal, y en caso de ser condenados por un delito de desobediencia, podrían tener que abonar una multa de hasta 144.000 euros. Y si lo fueran por el delito de malversación de fondos públicos –que no se reclamó para el ex presidente Mas–, podría exigírseles responsabilidad civil, y ser obligados a devolver lo malversado.
¿Cuánto dinero está en juego esta vez en las carteras de Puigdemont y el resto de responsables políticos catalanes? La cifra ascendería, al menos, a los 3,348 millones de euros que han declarado. Según sus declaraciones de bienes, acumulan propiedades inmobiliarias, cuentas corrientes, títulos y planes de pensiones por esa cantidad. Tan sólo cubrirían la mitad del coste del referéndum. Además, suman unas deudas de más de 900.000 euros en hipotecas y créditos al consumo.
Según los datos proporcionados por la web de la Generalitat, el presidente catalán, Carles Puigdemont, tiene un patrimonio activo de 234.000 euros, aunque el primero en este apartado es el titular de Territorio, Josep Rull, que declaró al principio de la legislatura un patrimonio inmobiliario por valor de 830.000 euros, fruto de una herencia familiar. También posee cuentas y un plan de pensiones por otros 90.000 euros. En segunda posición se encuentra el vicepresidente Oriol Junqueras, con un patrimonio inmobiliario de 160.000 euros, así como con cuentas, acciones y plan de pensiones por otros 234.000 euros.
Diversos consejeros tienen un saldo negativo si del valor declarado de sus bienes se restan créditos e hipotecas pendientes. Así, Santi Vila tiene activos por cerca de 146.000 euros y deudas por 196.000; Carles Mundó, por 111.00 y 129.000, y Meritxell Serret, por 54.000 y 110.000.
 Falta contabilizar las propiedades de la consejera Clara Ponsatí –que cuenta con activos por valor de 237.675 euros–  y el importe de la vivienda del consejero Joaquim Forn –que reconoce 280.896 euros en activos en su declaración ante el Ayuntamiento de Barcelona, donde era concejal–.
Jordi Turull, nuevo consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno, está entre los que menos patrimonio declaran: 50.000 euros en bienes inmobiliarios, 69.104,18 euros en cuentas corrientes y 42.966,74 en planes de pensiones. El más «pobre» es Toni Comín, titular de Salud. Sólo declara unas cuentas con 44.000 euros. Vive de alquiler.
El vicepresidente Junqueras y Jordi Turull han declarado que si hace falta montarán una caja de resistencia para pagar las multas de los condenados por el 9-N (la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural ya han logrado pagar los 54.000 euros de multas impuestas a Homs y Rigau). Pero quizá luego tengan que preparar otra para sufragar las sanciones del 1-O. Y hurgar hasta el fondo de sus monederos, extremo al que no estaba dispuesto el que fuera consejero de Empresa Jordi Baiget, que dijo estar preparado para la cárcel, pero no a tener que hacer frente con su patrimonio en caso de que la Justicia actuase contra él. Unas declaraciones que le costaron la destitución fulminante el pasado 3 de julio por parte de Carles Puigdemont como escarmiento para todo aquel que se desvíe de la línea oficial del PDeCAT. En favor de un gabinete de independentistas a toda prueba, siguió una purga con la salida de otros tres consejeros del Govern, los que han puesto a salvo sus bienes tras haberse «echado a un lado», como dijo el presidente Puigdemont: Jordi Jané (Interior), que declaró 835.039 euros; Neus Munté (portavoz y consejera de Presidencia), 128.046 euros; Meritxell Ruiz (Educación), 197.340 euros, y el primero en hacer saltar las alarmas, Jordi Baiget, que reconoce 228.255 euros.


sábado, 20 de agosto de 2016

PP y C’s firman un pacto anticorrupción y empiezan a negociar

Los de Rivera se comprometen a dar el «sí» a Rajoy en la segunda votación


A. BARTOLOMÉ - Madrid

Los portavoces de los grupos parlamentarios de PP y Ciudadanos, Rafael Hernando y Juan Carlos Girauta, rubricaron ayer en el Congreso el pacto anticorrupción ideado por el partido naranja como arranque de una nueva relación con el partido de Génova. Tras la firma, Girauta destacó la «total disposición de los populares» y Hernando deslizó con una sonrisa al tendido que aquello era «el comienzo de un gran amor». Con estos mimbres todo apunta a que, en el plazo de una semana, como calculó el portavoz naranja, ambos partidos tendrán listo un acuerdo para la investidura de Mariano Rajoy.
El pacto anticorrupción, que deberá tramitarse en los tres primeros meses de la legislatura, es una alianza «sin líneas rojas». El documento aprobado incluye la prohibición de que ningún cargo imputado forme parte del Gobierno o tenga escaño en el Parlamento; la eliminación de los aforamientos y la reforma de la ley electoral sobre tres principios: listas desbloqueadas, proporcionalidad y fin del voto rogado. Los otros tres requisitos son acabar con los indultos por corrupción política, la limitación de mandatos a ocho años y la apertura de una comisión de investigación sobre la «presunta financiación irregular del PP», es decir, el «caso Bárcenas».
Con la firma de estas condiciones, ambos partidos abren una negociación de contenidos y reformas para alcanzar en los próximos días un acuerdo de investidura, ya que el debate se inicia el 30 de agosto. Ciudadanos se compromete a dar el «sí» en la segunda votación.
Con miras a que el pacto de investidura se convierta en «un pacto de gobierno» –algo que ha rechazado Albert Rivera–, el portavoz del PP, Rafael Hernando, aseguró que su partido trabajará «con generosidad, con mente abierta y pensando en los intereses de los españoles». Hernando destacó que el PP pretende «dar pasos sin pausa» hasta alcanzar un acuerdo que permita llegar a la sesión de investidura con 169 apoyos «de momento». «Intentaremos incluir o sumar a algunos más», añadió. En este sentido parece claro el «sí» de Coalición Canaria, que supondría 170 escaños, aún insuficientes, por lo que el PP necesitaría otros seis votos a favor en la primera votación u 11 abstenciones en la segunda.
Por su parte, Juan Carlos Girauta dijo que, «si algo empieza ahora, es una cultura del pacto, que existió en momentos trascendentales de la democracia y que ahora regresa». «No tenemos tiempo que perder, hemos pasado demasiados meses en una situación de interinidad», opinó el dirigente de Ciudadanos, quien dijo que su partido encara las negociaciones con «espíritu de desbloqueo», aunque algunas cuestiones serán «casi irrenunciables».
En cuanto a la comisión de investigación sobre el «caso Bárcenas», el PP, a través de Hernando, apuntó que no tiene «ningún temor» a ella, porque no cree que exista «ningún partido en el país» que haya tenido tanta transparencia como la que tiene su grupo. Ciudadanos fue más allá y señaló que no descarta llamar a declarar a Rajoy en esa futura comisión de investigación.  
Ayer mismo, PP y C’s designaron a sus equipos negociadores, que mantuvieron pasadas las cuatro de la tarde la primera reunión en el Congreso, con cuatro bloques a abordar: el económico, el social, el pacto por la educación y el fortalecimiento de las instituciones.
Al término de la cita, que se prolongó durante una hora, sus miembros no comentaron nada de lo tratado a los medios de comunicación que les esperaban. Fue Juan Carlos Girauta quien anunció que se volverán a reunir el lunes. En breves declaraciones, no obstante, señaló que durante el fin de semana van a mantener el contacto «estemos reunidos o no estemos reunidos» y que se intercambiarán documentación.
Girauta espera que se pueda avanzar «de forma práctica», porque «el tiempo apremia». «Tenemos una semana y no vamos a perder ni un segundo», insistió. Según dijo, ayer no se abordó la parte del pacto que afecta a los miembros del PP investigados por presuntos casos de corrupción. Fue una primera toma de contacto a la que seguirá el lunes, a las 11:00, el verdadero arranque con el bloque de asuntos económicos. 
Se prevén puntos de fricción con las reformas institucionales –por la pretensión de Rivera de eliminar el Senado o las diputaciones– y el modelo laboral, pero la disposición al acuerdo es total.


Los cargos públicos imputados serán apartados en un plazo de tres meses

El pacto por la regeneración democrática y contra la corrupción que firmaron ayer PP y Ciudadanos recoge de forma «literal» las seis condiciones que puso el partido naranja y deberá tramitarse durante los tres primeros meses de la XII Legislatura.
Los seis puntos del pacto firmado son los siguientes:
1. Separación inmediata de cualquier cargo público imputado formalmente por delitos de corrupción política hasta la resolución completa del procedimiento judicial. «No se sentará ni en los gobiernos ni en los escaños si Ciudadanos está en una negociación», sentenció Rivera cuando presentó su oferta. Este apartado podría afectar a la actual senadora popular Rita Barberá. Rafael Hernando destacó ayer que, aunque el PP la aparte del partido, no puede quitarle el escaño, ya que ello necesitaría de una reforma de la Constitución.
2. Eliminación de los aforamientos ligados a cargos políticos y representantes públicos. Se trata de acabar con los «privilegios» que, según Ciudadanos, tienen los políticos frente al resto de los ciudadanos. 
3. «Nueva ley electoral» que modifique la vigente Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), cuya última gran reforma es de 2011. 
En primer lugar, esa nueva ley debe «incrementar la proporcionalidad». El segundo objetivo ha de ser introducir las listas desbloqueadas para la elección del Congreso de tal manera que los votantes tengan una «mayor influencia sobre la elección final de sus representantes». El tercer punto de la reforma es «la desaparición del voto rogado», ese requisito que obliga a los ciudadanos del exterior a solicitar previamente el ejercicio del sufragio.  
4. Eliminar la posibilidad de indultos a condenados por delitos de corrupción política. El PP asegura que no los concede, pero faltaría que la ley lo prohibiera expresamente. 
5. Limitación del ejercicio de responsabilidades de presidente del Gobierno a un máximo de ocho años o dos mandatos, una idea que Ciudadanos quiere implantar para evitar que pueda «perpetuarse» en el poder. Si se aplicara, ésta sería la última legislatura de Mariano Rajoy.
 6. Más transparencia, para lo cual se reclama la creación de una   Comisión de Investigación Parlamentaria sobre «la presunta financiación ilegal del PP» por el «caso Bárcenas».

Hernando y Girauta empiezan a negociar hoy un pacto de investidura

El PP acepta las condiciones de Rivera, que destaca que «han desbloqueado la situación»


A. BARTOLOMÉ - Madrid

La suma de PP y Ciudadanos no otorga los apoyos necesarios para investir a Rajoy y sigue siendo necesaria, al menos, la abstención del PSOE, pero ayer se dio un paso adelante en el intento de formar Gobierno y eludir unas terceras elecciones. Tras la cuarta cita que Mariano Rajoy y Albert Rivera mantenían tras el 26-J y 15 días después de que Ciudadanos se aviniera a un acuerdo con el PP,  el presidente naranja anunció que, con el visto bueno de los populares al pacto anticorrupción, hay vía libre para empezar a cerrar el apoyo de C’s a la investidura de Mariano Rajoy.
Los grupos parlamentarios de PP y de Ciudadanos firmarán hoy el pacto por la regeneración y contra la corrupción, que recoge «literalmente» las seis condiciones que el partido naranja exigía al presidente para empezar a negociar su investidura, con medidas como la reforma electoral, la supresión de aforados o la apertura de una investigación sobre el «caso Bárcenas».
El pacto detallará un plazo en el que tendrá que acometerse cada uno de sus puntos. El documento que ha entregado Ciudadanos al PP estipula que ha de ser de tres meses, empezando a contar desde la presunta reelección del ahora presidente en funciones. 
 Rafael Hernando y Juan Carlos Girauta, portavoces parlamentarios de ambas formaciones, rubricarán a las 11:00 la firma del acuerdo y, a continuación, harán declaraciones a los medios. Los equipos negociadores se sentarán por la tarde para comenzar a hablar de los compromisos que permitirán que los 32 diputados de Ciudadanos acaben votando a favor de la investidura de Rajoy, que cuenta con 137 parlamentarios y el previsible apoyo de uno más por parte de Coalición Canaria, lo que sumaría 170 votos. Con estos números necesitaría seis apoyos más en primera vuelta u once abstenciones en la segunda. 
Albert Rivera no dio detalles sobre quiénes formarán los equipos negociadores y qué temas concretos se abordarán, extremo que tampoco confirmaron fuentes del partido naranja. Sobre la mesa estarán no sólo las medidas de regeneración, sino también sobre educación, sanidad y políticas sociales. Según el presidente de Ciudadanos, el acuerdo de investidura será más parecido a los pactos alcanzados a nivel autonómico –con Cristina Cifuentes en Madrid y con Susana Díaz en Andalucía–, que al pacto suscrito con el PSOE el pasado mes de febrero y que de nada sirvió entonces a Pedro Sánchez en su intento de ser presidente.
 A su juicio, este paso de empezar a negociar con el PP permite desbloquear la situación política española y aleja los terceros comicios: «Si alguien hace cábalas con unas terceras elecciones, que se lo quite de la cabeza, pues lo que hemos hecho ha sido lo contrario, que es desbloquear la situación. Va a haber Gobierno», zanjó.
«Todavía queda mucho camino por recorrer, pero al menos se abre un camino, el único posible que les queda a los españoles. Los españoles ya han tenido suficiente paciencia y es hora de ponerse a trabajar y de hablar de los problemas de los españoles y de cómo podemos solucionarlos», apuntó, informa Ep.
Para Rivera, el resultado de sus reuniones con Rajoy y el hecho   de que haya aceptado sus condiciones anticorrupción y que PP y Ciudadanos vayan a empezar a negociar una investidura, permite que los electores de su partido «puedan estar seguros de que su voto sirve para algo, para desbloquear la situación e impulsar una nueva etapa política». Por todo ello, hizo un nuevo llamamiento al PSOE para que   adopte una «actitud activa» y «altura de miras» para que negocie su abstención en la investidura de Rajoy, ya que considera que es el partido que «puede hacer posible la gobernabilidad».
El presidente de Ciudadanos, que se reafirmó en su oposición a entrar en el Ejecutivo de Rajoy, aseguró que no ha hablado con el   secretario general socialista, Pedro Sánchez, pero remarcó que no le corresponde a él sumar apoyos o abstenciones para la   investidura, sino al candidato propuesto por el Rey, que es Mariano Rajoy. Eso sí, dijo una vez más al PSOE que espera que «reflexione con el sentido de Estado que muchas veces ha demostrado» desde la Transición. «Toca preguntarnos qué podemos hacer por nuestro país», afirmó. Toda la presión está ahora en Ferraz.

Rivera se reúne hoy con Rajoy y espera un «sí» a sus seis puntos

Ciudadanos lamenta los «siete días perdidos» pero mantiene su mano tendida al PP


A. BARTOLOMÉ - Madrid

«Siete días perdidos». El portavoz del grupo parlamentario de Ciudadanos, José Manuel Villegas, no ocultó ayer su decepción después de saber que el Comité Ejecutivo Nacional del PP reunido horas antes no había hablado del pacto anticorrupción propuesto por su partido hace una semana. «Para un no debate y un no posicionamiento ante nuestro pacto anticorrupción no hace falta perder siete días», apuntó el número tres del partido naranja.
Villegas lamentó el tiempo malgastado y avisó de que Ciudadanos «no negociará» hasta que el PP acepte –«firme», puntualizó– sus seis condiciones, aunque mostró su confianza en que Mariano Rajoy lo haga hoy durante la reunión que mantendrá en el Congreso con Albert Rivera, una cita no prevista y que saltó ayer a la agenda de un calendario que se agota para despejar la incógnita sobre unas terceras elecciones.
 «El señor Rivera no se va a sentar con el señor Rajoy para empezar a negociar; se va a sentar para que le diga si firma el documento con las seis medidas y si pone fecha al debate de investidura», señaló Villegas, quien advirtió de que si Rajoy no hace esta aclaración «no hay negociación».  Aunque aseguró que «no hay un ultimátum» al PP, insistió en que Rajoy tiene, «por una vez», que tomar decisiones, «mojarse» y aceptar las condiciones que le puso su partido.
Tampoco quiso Villegas decir que se romperían las negociaciones si Rajoy no acepta hoy los requisitos previos pedidos por Ciudadanos. «No podemos romper una negociación que no se ha iniciado. Lo que hemos puesto encima de la mesa son condiciones serias para negociar; en tanto no se cumplan esas condiciones nosotros no nos sentaremos a negociar un posible “sí”, nos mantendremos en la abstención técnica» en segunda votación, subrayó.
José Manuel Villegas admitió la «sorpresa» de su partido al comprobar que el comité ejecutivo nacional del PP no hubiera debatido las condiciones de Ciudadanos, y señaló que esperaban un «posicionamiento claro». Incluso apuntó que en Ciudadanos entendían que en la reunión de la dirección del PP Rajoy iba a someter a debate el documento con las condiciones, algo que además, señaló, «está por escrito en redes sociales», en alusión a la cuenta de Twitter del líder del PP.
 Villegas recalcó que los requisitos puestos sobre la mesa por su partido no son negociables. «Las condiciones previas o se aceptan o se rechazan», dijo.
El dirigente de C’s mostró su extrañeza por el hecho de que Rajoy haya sugerido que quiere consultar con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, la fecha del debate de investidura. Añadió que lo importante es que el líder del PP decida presentarse y ponga fecha, y si para eso tiene que hablar con Sánchez, «él sabrá». Por esta cuestión, en Ciudadanos no se sienten menospreciados porque eso es algo que, en su opinión, «no cabe» en política. 
José Manuel Villegas consideró que el debate de investidura debería celebrarse antes de que se inicie la campaña electoral para los comicios autonómicos de Galicia y el País Vasco, informa Efe.